Explican los contrapesos de poder necesarios en la democracia mexicana

 

 

*Con la Lectio Brevis: “Democracia y Poder Judicial”, a cargo de Luis Enrique Cárdenas Voges, iniciaron este fin de semana las actividades del semestre actual en la Facultad de Derecho.

 

La Facultad de Derecho de la Universidad de Colima inició las actividades del presente semestre con la tradicional Lectio Brevis, en esta ocasión con la disertación: “Democracia y Poder Judicial”, a cargo de Luis Enrique Cárdenas Voges, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, en la que explicó la importancia del poder judicial en el funcionamiento democrático, como mecanismo de pesos y contrapesos.

 

Para el investigador de la UdeC, definir el término democracia es complejo, pues va más allá de su etimología “Demos” y “Kratos”, donde el poder del pueblo “tiene el derecho de alterar o modificar su forma de gobierno, por lo que el poder público emana de él”. Esto se establece en el artículo 39 de la Constitución Mexicana.

 

Definió al poder judicial como el ente donde el pueblo deposita su confianza para que sus representantes tomen decisiones.

 

Para explicar la relación entre democracia y Poder Judicial, el investigador se basó en tres conceptos: Democracia, Soberanía y la Constitución Mexicana.

 

En el primero de ellos, dijo, tiene el origen en el pueblo, quien puede alterar o modificar aquello de lo que es dueño, entonces “bien haríamos en relacionar la democracia en un sistema jurídico mexicano a través de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.

 

En ella, comentó se establece que una República Democrática, además de ser representativa, laica y federal tiene que ser representativa; esto es, que de acuerdo con el artículo 41 de la carta magna, “el poder del pueblo será ejercido por los poderes de la unión, en sus respectivas competencias y que hace efectivo el concepto de la soberanía, la cual será ejercida por medio de instituciones como los poderes de la Unión y los relativos en los respectivos estados: legislativo, ejecutivo y jurisdiccional, con ello, se busca un equilibrio de poder en razón de los gobernados”.

 

La soberanía, entonces, es el “ejercicio de la autoridad en cierto territorio, en donde el pueblo da a la autoridad el poder”; es decir, las personas no realizan un ejercicio directo de autoridad, sino que esta autoridad se delega a los representantes de los poderes, “en este sentido, el concepto de soberanía nos hace mirar hacia una racionalización del poder”.

 

“Como lo decíamos al principio de este ejercicio -continúo-, el poder del pueblo se delega a otro ente superior, para que éste poder regrese a su origen, aceptándolo legítimamente. Pero aquí ocurre uno de los diversos conflictos: si el proceso de verticalidad, donde ponemos al centro la transmisión de poder que se delega no se hace de manera adecuada, se corre el riesgo de que sea todo menos una democracia; éste es un punto fino y delicado que desde el constitucionalismo se analiza constantemente”.

 

El problema es entonces, cuestionó el ponente, cómo hacer para que ese derecho que se encuentra establecido en la Constitución Mexicana, se garantice y materialice. “Este ejercicio, dijo, se realiza mediante la transmisión de poder y se materializa en la medida que se ejerce el voto mediante instituciones electorales autónomas e independientes que se encargan de un proceso de validación de votos”.

 

En un primer momento, dijo que esa transmisión de poder se hace para los poderes ejecutivo y legislativo, quienes a su vez elaborarán normas. En el caso del Poder Judicial, se forma mediante una terna propuesta por el poder ejecutivo y es el Senado de la República, “es decir, nuestros representantes, quienes hacen la trasmisión de poder mediante este ejercicio”.

 

De esta manera, dijo el investigador universitario, “ya no solamente hablamos de una titularidad, sino cómo se materializa, cómo cobra vida cuando se lleva a cabo el ejercicio del voto, o en el momento en el cual cedemos ese poder hacia una persona representante de los intereses sociales; de este modo, la designación de los operadores del Poder Judicial se encuentra debidamente legitimada”.

 

En el caso de este órgano judicial, dijo Luis Enrique Cárdenas, se puede analizar como un poder que se ha consolidado, “ya que sus funciones hacen referencia a una serie de reformas de gran calado que, a 30 años de su formación, lo han apuntalado con mayor independencia y autonomía”, yendo de un sistema muy normativista a un sistema más democrático, porque “el poder judicial tiende a responder a las necesidades de la sociedad mexicana, para realmente hacer valer la democracia”.

 

Es de esta manera, continúo, como el Poder Judicial “comenzaba a deslindarse de la injerencia del poder ejecutivo. Era necesario desarticular un excesivo presidencialismo en aras de procurar mayor independencia, teniendo como objetivo la protección más amplia de los derechos humanos, hacia la reconstrucción de una diferencia democracia y la defensa de los intereses del pueblo”.

 

Si bien, dijo Enrique Cárdenas, la Constitución Mexicana establece una serie de instituciones y mecanismos para redimir conflictos internos, el texto en sí mismo no los va a resolver, de ahí la importancia de los sistemas de contrapeso, “que van a permitir una cristalización de la democracia”.

 

También dijo que se requiere una sociedad comprometida para que ese derecho, que se va a transmitir, se haga de la mejor manera, “consiente e informada”. Incluso este esfuerzo, dijo, implica a los partidos políticos, quienes son los proveedores de dichos representantes.

 

En nuestra democracia, dijo por último Cárdenas Voges, “se busca un equilibrio de poderes, no se busca un escenario donde el poder judicial sea parte de escenarios administrativos o políticos”.

 

La directora de esta Facultad de Derecho, Jessica Cristina Romero Michel, compartió que espacios como la Lectio Brevis, además de ser una ceremonia significativa para la comunidad académica y de investigación, se distingue por reconocer a la trayectoria de las y los docentes.

 

“Es un espacio propicio para el diálogo académico inter y transdisciplinar, que escapa de las fronteras de la facultad para trascender incluso las fronteras propias de la Universidad de Colima, buscando contribuir al conocimiento, pero además incidir en el análisis en los distintos problemas que son tema de discusión”.

 

Finalmente, Joel Nino Jr., secretario general de la Universidad de Colima, en representación del rector Christian Torres Ortiz Zermeño, compartió la importancia de que desde la Universidad se investiguen y aborden temas que están en constante cambio. También reconoció a la Facultad de Derecho por este tipo de eventos, “porque dejan constancia de la solidez y la actividad tan importante de los egresados en el quehacer diario”.

 

En el presídium acompañaron este evento Martha Magaña, coordinadora general de Docencia y la estudiante Almira Escalera, en representación del presidente de la FEC, Camilo García. Además, estuvieron presentes titulares de diversas dependencias, facultades y sectores universitarios. De manera virtual, acompañó la ceremonia Máximo Carvajal Contreras, presidente de la ANFADE, A.C