El paradero de los 43: Esto se sabe del destino de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos

Los jóvenes normalistas fueron separados en varios grupos antes de ser desaparecidos la noche del 26 de septiembre de 2014.

Este 26 de septiembre de 2023 se cumplieron nueve años de la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos” en Ayotzinapa, un caso que sigue abierto y donde el gobierno no ha logrado esclarecer el paradero exacto de las víctimas.

Los datos sobre el destino de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala han dado múltiples vueltas en los últimos años. Sin embargo, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), quien se retiró del caso ante la opacidad de las autoridades, reveló en su sexto informe que los jóvenes fueron divididos en grupos tras los ataques la noche del 26 de septiembre de 2014 y llevados en diferentes direcciones

Hasta ahora se desconoce el número exacto de grupos en que los jóvenes fueron dispersados, pero se sabe “no fueron llevados al mismo lugar, ni desde luego al escenario del basurero de Cocula esa noche”, donde las autoridades señalaron como el lugar donde incineraron sus restos.

Esto se sabe del destino de los 43 normalistas de Ayotzinapa

De acuerdo con el sexto informe del caso, un grupo de jóvenes fue detenido en Barandillas por la policía municipal de Iguala y Cocula, en Guerrero, llevándolos a la comisaría de la localidad. Serían por lo menos 17 jóvenes quienes, tras ser detenidos, golpeados, fueron sacados del recinto por los propios agentes y no volvió a saberse de ellos.

Otros 11 jóvenes detenidos fueron llevados en dirección a Chilpancingo, de acuerdo con mensajes interceptados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el 27 de septiembre de 2014.

Sobre este mismo grupo, la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el caso Ayotzinapa (UEILCA) obtuvo una declaración un Batallón de Infantería de Marina en la que señalan que algunos jóvenes fueron llevados en dos grupos del Palacio de Justicia de la localidad en dirección a Iguala y otros hacia Chilpancingo; mientras el soldado “M”, quien fue testigo de esta unidad y comandante del 27 batallón de infantería, dio a conocer este panorama, pero recalcó que “no se informó porque no se podía confirmar”.

El GIEI destacó que existe un video de las cámaras del C-4 en la salida de Taxco que “no ha sido entregado desde hace 8 años por parte de las autoridades”, el cual fue entregado al entonces procurador de Guerrero, Iñaki Blanco, a la par que existe otra grabación que sí fue entregada, pero editada, eliminando horas cruciales. 

Un testigo protegido e identificado como “J”, quien fue jefe de Guerreros Unidos, grupo ligado a la desaparición de los normalistas, y quedó en libertad, reveló la versión de que los jóvenes fueron repartidos en distintos grupos para ser llevados a casas de seguridad para su tortura y asesinato.

“J” entregó información de sobre el ocultamiento de los restos y fue así como las investigaciones dieron con la Barranca Carnicería, camino al basurero de Cocula. Fue ahí donde se encontraron los restos de Christian Rodríguez Telumbre y Jhosivany Guerrero de la Cruz, confirmados de forma independiente por la UEILCA y el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

Finalmente se identificó que una parte de los jóvenes habría seguido con vida varios días después del 26 de septiembre. De acuerdo con el GIEI, “habrían sido concentrados un grupo en lugares cercanos a Loma de Coyotes, un lugar donde se señaló que un grupo de jóvenes podría haber sido conducido”.

Sobre esta versión, existe una conversación vía mensaje de texto en la que el subdirector policiaco de Chilpancingo, Francisco Salgado Valladares, se contactó con “El Gil”, quien le informó que había 17 personas y camas para “aterrizarlos”, mientras el 4 de octubre de 2014 se encontró una conversación entre personas diferentes que mencionan una cueva donde tenían a los estudiantes.

La certeza sobre quiénes y a dónde trasladaron a los 43 estudiantes sigue sin existir. Los datos de GIEI se obtuvieron en investigaciones para las que el grupo de expertos solicitó información que ni la Sedena ni la Secretaría de Marina han querido proporcionar.