Carlos Higuera, traductor de poesía, en Altexto 2023

Y en la Semana Cultural de la Facultad de Letras y Comunicación.

 

 

Como parte de la 43 Semana Cultural de la Facultad de Letras y Comunicación y de la 25 Feria del Libro Universitario Altexto 2023, el escritor michoacano Carlos Higuera Ramos impartió la conferencia: “Experiencias y traducción de la poesía”, en el Auditorio “Gregorio Macedo López” de dicho plantel.

 

Carlos Higuera inició su conferencia explicando que su experiencia gira alrededor de algunos poetas y poemas que ha traducido del italiano al español.

 

Agregó que también ha impartido cursos de lengua italiana: “Deberíamos aprender distintas lenguas con el juego de la traducción, como un ejercicio de vocabulario y reconocimiento del idioma, como habilidad que se perfecciona y no sólo obliga a reconocer una nueva lengua, sino que invita a buscar palabras y examinar estructuras poco usuales en el lenguaje común”, expuso.

 

Comentó que el italiano es una lengua tan semejante al español y a la vez diferente, “tiene sus propias sonoridades y ritmos cadenciosos; la tradición poética de la Toscana, por ejemplo, tiene una voz propia que surge desde Dante Alighieri, Petrarca y Bocaccio, va tomando forma y se extiende para crear la lengua italiana como hoy se conoce. La invención de la balada y la canción en el medioevo aportan al panorama mundial de la poesía formas que perduran hasta nuestros días”.

 

“La poesía se define como forma compleja de pensar el mundo; recordemos a Poggio Bracciolini, del siglo XV, quien descubre una copia del libro de Lucrecio sobre ‘La naturaleza de las cosas’ y lo traduce; en realidad, lo que hace es un giro, imprimiendo una visión moderna del mundo, tal como afirma Stephen Greenblatt”, dijo.

 

Carlos Higuera dijo que, con la traducción de la poesía, surge el fenómeno de la musicalidad: “Conocemos poetas que tienen ritmos que se deshacen a la hora de pasar a otro idioma, otros que buscan más una imagen que el propio ritmo y sonoridad, sin poner la exactitud del acento marcado por el ritmo del lenguaje”.

 

Posteriormente, expuso que la experiencia de traducir impone reglas: “El ámbito filosófico tiene más fluidez por la argumentación y desarrollo de conceptos, así como la metodología para aclarar el pensamiento, pero incluso la propia filosofía invoca continuamente palabras del griego, alemán, francés, etcétera, para denotar su derrota ante la insuficiencia de una lengua que busca algún uso específico de la palabra”, explicó.

 

Por otro lado, dijo que no es lo mismo el habla de la Ciudad de México que la de Oaxaca, Michoacán, Colima, Campeche o el norte del país, con diferente cadencia y uso de los adjetivos; así, añadió, “las traducciones que leemos en México usualmente son españolas e invocan a veces al habla de alguien que vive en Madrid e intenta borrar regionalismos o hablas de la provincia”.

 

Por último, ejemplificó que Milán Kundera se quejaba de que algunos traductores franceses desconocían el checo y traducían a partir de otra lengua, así como de las licencias del traductor para adjetivar su obra y darle más ritmo; “sin embargo, el planteamiento de Kundera es la sobriedad en el uso del lenguaje, que se refleja en atmósferas y la expresión de personajes”.