Requiere siglo XXI que personas sean capaces de aprender de por vida: Diana Rubio

 

 

*Impartió conferencia en el marco de la Expo Neuro 2022 “Aportaciones de las Neurociencias y la psicología a la vida cotidiana”, que realizan la Facultad de Psicología de la UdeC y la UNIVA.

 

Diana Lorena Rubio Navarro, profesora del Centro de Bachillerato Industrial y de Servicios 118 “Josefa Ortiz de Domínguez”, de Querétaro, impartió la conferencia “La metacognición para apoyar el aprendizaje de los estudiantes”, esto en el marco de la Expo Neuro 2022 “Aportaciones de las Neurociencias y la psicología a la vida cotidiana”, que realizan la Facultad de Psicología de la Universidad de Colima y la UNIVA.

 

Cuando se habla de aprendizaje, señaló, se piensa en la escuela como el espacio ideal para aprender; sin embargo, actualmente no se considera el único espacio ni el más importante, pues la nueva tendencia educativa ya no habla de enseñanza sino de aprendizaje; “ahora se orientan los esfuerzos para que la mayor parte de las estrategias atiendan las necesidades, intereses y características de cada estudiante”, dijo.

 

Esta tendencia implica que ahora las nuevas estrategias y metodologías busquen que, a través de los contenidos en clase, se desarrollen en los estudiantes habilidades que les permitan aprender de manera constante: “Con el maestro, pese al maestro y sin el maestro, que el aprendizaje sea de manera autónoma, autogestiva, de entendimiento profundo y no de pasar sólo una materia”, enfatizó.

 

Así, aseguró que el aprendizaje es un cambio duradero en los mecanismos de la conducta que involucra estímulos o respuestas específicas, y que resulta de la experiencia previa con dichos estímulos y respuestas o con otros similares: “El aprendizaje lo tenemos que llevar a los contenidos, y no al revés”, sugirió.

 

Diana Rubio expuso que la mayor parte de los sistemas educativos están diseñados para que en cada grado escolar se adquiera mayor nivel de complejidad de los conceptos básicos, por lo que es necesario que los estudiantes todavía aprendan algunas cosas de memoria, ya que tales conocimientos les servirán en grados más avanzados.

 

En este sentido, dijo que hay dos tipos de memorias: una episódica y otra semántica; “si quiero que el estudiante aprenda, pienso en estos momentos importantes: adquisición, consolidación (almacenamiento de la información) y paso de la memoria de corto plazo a la de largo plazo; cuando hay problemas de memoria a corto plazo tienen resultados negativos, y no es que no aprendan ni que le enseñamos mal, sino que no hay una empatía sobre las limitantes de aprendizaje que tienen”, argumentó.

 

El reto para las y los egresados de las universidades, resaltó, es que los empleos del futuro necesitarán científicos, tecnólogos, ingenieros y matemáticos, “pero actualmente las habilidades científicas básicas sólo se orientan a vocaciones científicas y no a desarrollar en los jóvenes las habilidades que necesitan para enfrentar estos retos”.

 

Sobre el impacto de la cuarta revolución industrial-tecnológica, dijo que el 65 por ciento de los trabajos que tendrá la Generación Z aún no existe; el 52 de los empleadores en México no encuentra el talento que requiere y el uno por ciento de emprendimientos se basa en Tecnología de la Información y en la computación.

 

Diana Rubio comentó que la enseñanza y el aprendizaje actual se basan en proyectos, en aprendizajes para la vida (fuera de la escuela), colaborativos, para las STEM, en ambientes reales, basados en juego y gamificación, en clases invertidas (aprenden conceptos en casa y en clase discuten y analizan) y centrados en el estudiante y por pares.

 

“Los jóvenes pasarán más horas aprendiendo durante su vida productiva como nunca antes; el porcentaje de aprendizaje es mayor en función del tiempo debido al avance tecnológico; su papel tendrá que ser activo y transformador, comprometido con su aprendizaje, autogestor de su tiempo, de su talento y recursos”, enfatizó.

 

Por último, dijo que las competencias más relevantes para el siglo XXI en STEM (acrónimo de los términos en inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics), según el Foro Económico Mundial son: identificar y resolver un problema, pensamiento crítico, creatividad, colaboración, comunicación, alfabetización de datos, alfabetización digital y ciencias computacionales.

 

Cabe destacar que Diana Rubio en el 2020 obtuvo el Premio Docentes Extraordinarios del Movimiento STEM, del Global Teacher Prize organizado por la Fundación Varkey.

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