Estudios de orina y sangre procuran el cuidado del riñón

+ También ayuda comer sin excesos, no fumar y consumir diario litro y medio de líquidos, indica la Secretaría de Salud.

 

Hacerse un chequeo de orina y sangre anualmente a partir de los 20 años de edad en personas sanas y mantener el control de la diabetes y la hipertensión arterial mediante estos estudios, permite conocer si hay problemas en algún riñón o la enfermedad renal, indicó la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado.

 

En el Día Mundial del Riñón, el Centro Estatal de Hemodiálisis informó que no existe dolor del riñón, pero cuando hay una infección importante, acompañado de orinar con sangre y tener fiebre muy alta, debe realizarse un estudio de orina y sangre.

 

Además, la retención de líquidos que causa la hinchazón de las piernas, la cara y los párpados, así como el cambio en el sabor de los alimentos, náuseas, comezón y descontrol de la presión, son datos que avisan que el riñón tiene problemas.

 

Indicó que para cuidar los riñones se recomienda consumir todos los grupos de alimentos sin excesos o llevar una alimentación natural, enriquecida con frutas y verduras, además de no fumar y beber litro y medio de líquidos al día o cerca de tres litros si se hace ejercicio bajo una temperatura ambiente mayor a 30 grados.

 

La institución de salud refirió que se estima que alrededor del 10 por ciento de la población sufre alguna enfermedad renal crónica, pero no suelen darse cuenta hasta que el problema se encuentra bastante avanzado, siendo la diabetes y la hipertensión las causas más frecuentes de este padecimiento.

 

Por ello, dijo que a las personas con obesidad, diabetes o hipertensión arterial se sugiere hacerse exámenes de sangre y de orina para el control de estas enfermedades porque impactan en las funciones de los riñones.

 

Precisó que hay daño al riñón cuando ambos órganos han perdido la capacidad, para lo cual hay terapias de diálisis peritoneal, hemodiálisis y el propio trasplante de riñón, para ayudar a las personas a controlar la enfermedad renal y mantener su calidad de vida.

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