Entregan constancias de servicio social a futuros profesionistas en Enfermería

 

 

*“No hay mejor maestra que la práctica misma. Nos vamos del hospital con el compromiso de servir a la humanidad por el resto de nuestra existencia”: Alumna.

 

La mañana de ayer, se realizó la ceremonia de entrega de constancias a 38 pasantes de la Licenciatura en Enfermería de la Universidad de Colima, que cursaron su Servicio Social en el Hospital General de Zona número uno del Instituto Mexicano del Seguro Social.

 

La docente de la Facultad de Enfermería, Paola Martínez Orozco, quien acudió en nombre de la directora, Glenda Guerrero Orozco, agradeció al personal de enfermería del IMSS y dijo que esta experiencia es parte importante de la formación de sus egresados.

 

En su discurso, pidió a los jóvenes lo siguiente: “De aquí en adelante apuesten por la responsabilidad, el respeto por los demás, por sus pacientes, compañeros de trabajo y por ustedes mismos. Hagan que su trabajo hable por ustedes, y recuerden que la verdad de las personas no está en sus palabras sino en sus actos”.

 

Al hacer uso de la palabra, el delegado regional del IMSS en Colima, Fernando Rivas Guzmán, comentó que las calificaciones no siempre lo dicen todo: “Hay personas que no tuvieron las grandes calificaciones, pero logran ser grandes. Lo que les quiero decir es que debemos tener el compromiso del trabajo, y éste no se adquiere en las páginas de un libro o del internet, sino con el servicio”, comentó.

 

La pasante de Enfermería en Servicio Social, Rocío Cervantes Rodríguez, en nombre de sus compañeros, dijo que durante un año descubrieron la capacidad de reducir el malestar de una persona con su cuidado y su presencia.

 

Agregó que la enfermería no sólo consiste en estar junto a un paciente en un momento vulnerable, “es también cuidarlo con cariño y esmero, y esta conexión sólo puede ser lograda cuando sus sentimientos y necesidades pasan a ser nuestra prioridad, haciéndonos descubrir el verdadero significado de nuestra hermosa labor”.

 

Por último, dijo que “no hay mejor maestra que la práctica misma”, y agregó que se van del hospital “con el compromiso de servir a la humanidad por el resto de su existencia”, y que asumen la responsabilidad de tener en sus manos la vida de otra persona, así como los sueños y esperanzas de una familia entera.

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