*“En la ingeniería tendemos a ser más rígidos, más estrictos, y en la vida personal hay que saber distinguir que no es lo mismo criar a un hijo que operar una máquina”: Magdalena Trujillo.
Con el fin de visibilizar historias de éxito de mujeres en la industria electromecánica y motivar a las estudiantes de bachillerato de la Universidad de Colima a imaginarse como parte activa de este sector, se impartió la conferencia virtual “Rompiendo barreras: Mujeres en la Industria Electromecánica”, a cargo de Magdalena Trujillo Barragán, investigadora de la Facultad de Ingeniería de la UNAM.
La charla se realizó en el marco del ciclo de conferencias “Competencias globales en el aula: claves para formar estudiantes del mundo”, organizado por la Coordinación General de Docencia, la Dirección General de Educación Media Superior y la Oficina de Internacionalización y Cooperación Académica de la Universidad de Colima.
Trujillo Barragán compartió aspectos personales y profesionales de su trayectoria, destacando los retos que enfrentó al elegir una carrera tradicionalmente dominada por hombres. “Cuando decidí estudiar ingeniería en los años 80, mi papá no estaba de acuerdo. En ese tiempo se pensaba que esas carreras eran solo para hombres. Afortunadamente, mi mamá siempre me apoyó para que la estudiara”, relató.
Sobre su experiencia profesional, explicó que cuenta con tres años en el sector privado, donde se desempeñó como ingeniera de control de calidad y cotizadora en distintas empresas. Además, suma 35 años en la docencia y la investigación, colaborando en instituciones como la Facultad de Ingeniería de la UNAM, el ITESM Campus Ciudad de México y la Universidad Aeronáutica en Querétaro. Actualmente, es responsable de los laboratorios de Metalografía, Pruebas Mecánicas y Procesamiento de Plásticos en la Facultad de Ingeniería de la UNAM.
También habló de los desafíos que enfrentó para equilibrar su vida profesional con su vida personal. “Ya como profesionista, fue complicado combinar ambas facetas. Aunque las mujeres ya estaban insertas en el ámbito laboral, trabajar con hombres en ingeniería implicaba enfrentar ciertos paradigmas. Mi diálogo con ellos cambió. Venía de una educación donde se me enseñó a ser sumisa, a decir ‘sí señor, lo que usted diga’. Y de pronto tuve que aprender a decir: ‘usted está mal, señor’, y hacerme respetar. Esa parte fue muy difícil para mí”.
Pese a los retos, logró compaginar su carrera con la maternidad y alcanzar metas personales, incluyendo una maestría en Ingeniería Mecánica y un doctorado en Ingeniería. “Se puede combinar la vida personal con la profesional si hay equilibrio. No es fácil; se necesita disciplina para atender ambos aspectos. En la ingeniería tendemos a ser más rígidos, más estrictos, y en la vida personal hay que saber distinguir que no es lo mismo criar a un hijo que operar una máquina”.
A la conferencia se conectaron directoras, directores, alumnas y alumnos de los bachilleratos 1, 4, 8, 9, 11, 16, 20, 30 y 33 de la Universidad de Colima, quienes tuvieron la oportunidad de escuchar un testimonio inspirador de lucha, perseverancia y transformación.