CONTRAPESO Despidos injustificados

 

Por: Arnoldo Delgadillo Grajeda*

El plan para desmantelar el Instituto de Atención a los Adultos en Plenitud (IAAP) se venía gestando desde meses atrás, por lo que el despido injustificado de 24 de sus 25 trabajadores, hace unos días, fue solo la última estocada.

El 27 de junio del año pasado, la secretaria de Desarrollo Social del Gobierno del Estado (Sedescol), Indira Vizcaíno Silva, lo esbozó en una entrevista con Ángel Guardián, pues dijo, el que la dependencia absorbiera al Instituto permitiría ahorrar recursos humanos y económicos.

Prácticamente un mes después, el 30 de julio, se publicó un acuerdo en el Periódico Oficial “El Estado de Colima” para oficializar la sectorización del IAAP y el Instituto Colimense para la Discapacidad (Incodis) a la Sedescol.

Y quince días después, el 16 de agosto, la conversión se concretó cuando el gobernador Ignacio Peralta, nombró a Óscar Gaitán Martínez como nuevo director del IAAP, en sustitución de Salvador de la Mora Diego, desgastado por el tema del pago de pensiones a los ancianos.

Ahora, por un supuesto “reajuste de personal”, se despidió prácticamente a toda la planta docente del IAAP, sin previo aviso y de manera injustificada, incluso, a pesar de que el secretario de Administración Kristian Meiners declaró que ya no habría despidos en este 2017.

Óscar Gaitán ha evadido hablar del tema, y mientras tanto se alimenta la versión de que los despidos fueron decisión personal, después de hostigamientos contra los trabajadores, y para poder contratar a personas que han sido sus colaboradores cercanos.

Este tipo de detalles –como ya sucedió con los más de 80 becarios cesados de la Secretaría de Cultura, de manera turbia y sospechosa– parece que pasan desapercibidos por el gobernador Ignacio Peralta, que se resiste a poner mano dura e incluso hacer cambios en su Gabinete.

¿Cuántas injusticias más se necesitan?, ¿cuántos despidos más por cuestiones tenebrosas disfrazadas de recortes presupuestales son necesarios?, ¿acaso veremos a un Carlos Ramírez o a una Indira Vizcaíno dando la cara por sus Secretarías?

Punto y aparte

En lo populista roza el alcalde de Cuauhtémoc, Rafael Mendoza Godínez, al intercambiar 150 pesos de gasolina por frijol para familias pobres. Una acción cortoplacista, que busca más alimentar su proyecto personal que hacer una propuesta seria con miras al desarrollo. ¿Quién le comprará el juego?

 

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